Registro I

29/03/2022

Ayer leí esta bitácora de Michael C. sobre como fué tomando una serie de desiciones que lo fueran separando de sus malos hábitos y vicios electrónicos, y eso realmente llenó mi espíritu nuevamente. Ya había intentad tomar unas medidas similates en el pasado pero las abandoné por razones de falta de ánimo y motivación, lo que me llevó a volver a caer en los vicios electrónicos, pero, con el ejemplo de Michael y muchas otras personas que me fuí topando en la red que decidieron tomar un enfoque similar realmente puedo ver un camino y que sí se puede escapar de la distopía y hacer algo al respecto.

Estoy escribiendo este texto en papel y no sé si voy a terminar haciéndolo público, pero de ser así el caso, quiero que sea para mostrar que es posible, que de puede vivir sin las RRSS (Redes Sociales), que no es necesario vivir todo el tiempo enchufado, que se pueden dejar los vicios, que se pueden formar buenos hábitos, que lo viejo no tiene por qué ser malo y que con estos podemos dar buenos frutos, regocigarnos con ello.

En síntesis, el objetivo es que las personas dejen de vivir el mundo a través de una pantalla, empredan el camino marcado por el título de este texto y que vivan la vida real, que es la única verdadera, cara a cara, para poder dar frutos con nuestros proyectos verdaderos y así salir de esta relación enfermiza que se tiene con la tecnología y el mundo.