Prologo
A continuación voy a argumentar por qué la obra expuesta no es tan importante en si misma sino su contexto, lo que la envuelve y hace posible que pueda ser distribuida a miles de personas en todo el mundo desde un lugar inexistente, y voy a relacionar esos métodos contextuales con sus orígenes modernos. Para lograr esto, voy a tener que remontarme a los inicios de lo moderno.
Una breve introducción
Al terminar la Edad Media y comenzar el Renacimiento, el cambio que se dio en la representación (y en otras áreas) y fue más bien paulatino y secuencial ya que este paso no fue mas que un afianzamiento de todo lo que se venía confabulando en la Baja Edad Media: su sistema de poder político, las ciudades, la burguesía, el comercio y sistema económico, la racionalización de cada aspecto de la vida cotidiana, etc. Todo esto permitió la transición orgánica del hombre a la Edad Moderna.
Transición.
El punto de fuga como único punto de vista
A través de un “sistema de representación” como lo es la perspectiva el mundo de lo sensible se transforma en método y se logra representar un único espacio (en contraposición a la adición de espacios de la Edad Media) del cual nada escapa y no le deja al espectador nada para articular, de esto ya se encargó previamente el pintor y el relato del “pantallazo” se encargó quien solicitó la obra en el caso de serlo así.
Estos sistemas lógicos fueron la herramienta perfecta para moldear y formar el pensamiento de la sociedad en su conjunto y podría decirse que algunos se siguen utilizando hoy en día.
El modernismo del hoy y ayer
En el pasado estos métodos consistían en la perspectiva, la moneda, los relojes públicos, cheques, salarios, los primeros “diarios”, etc. pero en nuestra contemporaneidad nada puede ser comparado con el poder tecnológico. Se podría decir, entonces, que el “punto de fuga” de nuestra contemporaneidad está definido por quien tenga el mayor control tecnológico.
Lo que conocemos como “moderno” es en realidad un conjunto de convenciones regularizadoras impuestas para el control y el orden de la sociedad. Ahora bien, en la actualidad ¿Qué más moderno que una computadora y la virtualidad que nos ofrece? Las convenciones para que un dispositivo de semejante complejidad opere y pueda conectarse a la red internacional para poder acceder a una muestra virtual y todo el método científico aplicado es innumerable.
Es aquí donde yace la cuestión ¿Acaso estamos aún en una especie de modernismo? De ser el caso (o no) es ineludible destacar que por lo menos seguimos con sus modos y secuelas.